Yo te leo cuentos de Borges y tú me lees extractos de Kundera. Tú me lees mis propios cuentos y yo te cito frases de Stephen King. Mientras me preparas un rico cafecito escucho una canción que me devuelve a mucho tiempo atrás. ¿Te acuerdas? Aún no nos conocíamos. Tú creías que te casarías con él, yo sabía que me iría al extranjero. Han pasado tantas cosas. Entre el pasado y el futuro, ¿nos tenemos el uno al otro? Hemos cambiado el miedo por la alegría, al fin estamos descansando en una paz relativa, como desprovista de anclajes y presagios. Saboreando un whisky, te miro mientras duermes. Ha sido un día bastante completo: hemos hecho compras, hemos paseado, te he lamido el ojete y me has recordado poemas de Bukowski. He fantaseado con ser todos y cada uno de ellos: Borges, Kundera, Stephen King, el gran Charles. Pero no deseo ser ciego, exiliado ni americano. Me encantan mis ojos pardos, emigro porque yo quiero y no sirve de nada renegar. Me gustas porque quieres estar conmigo, te gusto porque te gusto, pero siempre querremos algo más. Los sueños nos constituyen y nos obstruyen, la conformidad no existe. ¿De dónde volverás al despertar, por mucho que me colmes de besos y me aprietes la sangre con las manos?
Imagen: Living Beings, de purplepanday en deviantART
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