martes, 23 de agosto de 2011

MARMÓREO - Rafael Blanco Vázquez


Soy un perforador misógino de coños y que no vengan a obstruirme las pelotas con tonterías.
Os guste o no, es lo que hay.
No necesito vuestra opinión, mendas y chochos del mundo.
Sé que no por ello dejaréis de darla, pero mi picha es sorda y se niega a justificación alguna.
Estoy rodeado de maricas que se justifican mientras yo permanezco de mármol.
La palabra justificación hiede a excusa; sin embargo la palabra mármol rima con árbol: me gustan las palabras robustas.           
Si te parece me van a gustar palabras tipo amapola.
El otro día una hembra se atrevió a decirme:
- ¿Por qué ya no quieres acostarte conmigo? Sé sincero, sabes, puedo comprender.              
Como si su comprensión me importase lo más mínimo. Me fui sonriendo con sorna.

Una vez, una, lo recuerdo perfectamente, me justifiqué ante alguien.
Aquello me aniquiló.
Pasé la peor semana de mi vida.
No conseguía justificarme ante mí mismo.
           
Esta declaración de principios no es en absoluto una justificación. Lo aclaro porque os veo venir, que sois todos unos listos.

Imagen: fist, de IslandJoe en deviantART

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