domingo, 4 de septiembre de 2011

OTROS 35 DE 6 - Rafael Blanco Vázquez



Pero a veces follar era placentero.



Yo lo leí traducido. ¿Eso cuenta?



Llamaban flamenco rosa al cantaor maricón.



Niño consentido percibe el sinsentido existencial.



En vida fantaseaba con una realidad.



Era un misterio, los actores opinaban.



Visita guiada del chocho. Estalactitas, estalagmitas…



“Sácame de quicio”, suplicó la puerta.



Déjate acariciar, perra, no me muerdas.



Pues valiente guirigay mi vecino austríaco.



Se le agrió la sonrisa vertical.



Si no cabe, nada de insistir.



Odio. Llevaba años odiándola. Era odiosa.



Moribundo, ahora sí estaba definitivamente inacabado.



Judías verdes abducían a las blancas.



¿Las judías verdes enojadas? No, Hulk.



Linda mujer. Pero tiene poco chocho.



-¡El acabose! -¡Acabáramos! Se durmieron enseguida.



¡Por mis santos cojones y sanseacabó!



“A veces soy muy cerrado”. Prepucio.



La zartén dijo: “Eres un cazo”.



“Los himenópteros me ponen palote”. Superman.



“Dípteros del mundo uníos”, arengó Arácnido.



“Para el jabalí usaré jabalina”. Cupido.



Me parece que las llamaré esclavirtudes.



El pobre tenía que ganar dinero.



Reverendo monarca y soberano arzobispo. Menudos.



Valiente cobarde y tamaño enano. Menudos.



¿Verdad, mentira? Semejante diferencia. Condenada libertad.



¿En Ginebra beben whisky, tío Pepe?



Perro ladrador muerde a un refranero.



-Wait, please. -Tom waits, not me.



But I need a carpenter, John.



-¡Tito, un puente! -¡Qué cruz, Celia!



Yo te quiero incondicionalmente. ¿Y tú?


Imagen: zombie tomorrow, de artendrju en deviantART

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