domingo, 30 de octubre de 2011

UN CUENTO Y QUINCE TUITS DE JAVIER LÓPEZ



SALA DE PRENSA

Durante veintiocho años compró todos los diarios que se publicaban en su localidad.
Con el tiempo, su casa se había convertido en una estimable hemeroteca, formada por una colección de todos esos periódicos.
Incluso algún investigador había solicitado, en ocasiones, permiso para acceder a la sala donde guardaba la ingente cantidad de prensa, perfectamente clasificada.
Ese día al fin creyó encontrar la noticia que buscaba, y se dirigió al lugar que nombraba el noticiario.
La información era correcta. Casi treinta años después allí estaba él, su peor enemigo, con las manos cruzadas sobre el pecho, reposando sobre la superficie acolchada del interior de un féretro.
Salió del tanatorio arrojando a la papelera el último periódico que había comprado esa misma mañana. Ya no necesitaba seguir consultando cada día las necrológicas.
Lo que ahora sí tendría que decidir era a qué entidad donar su valiosa hemeroteca.




TUITS

Para combatir el calor tengo un abanico de posibilidades.



El zombi atacó al androide. La inteligencia artificial sabía a conservantes, pensó mientras degustaba su cerebro.



Siempre que escribo "Fin" pienso que se me acabó el cuento...



Mi volcán entró en erupción, justo en el epicentro de la grieta de tu falla.



Colibríes y libélulas se dieron cita en un estanque de nenúfares para embelesarnos con la sonoridad de esta frase.



Cuando el camello consiguió atravesar el ojo de la aguja, declaró: "El mérito es de ella".



Dejé de escribir sobre el dejá vu porque me parecía que el tema estaba muy visto.



Bajo la cama, los viejos zapatos cuentan historias de caminos recorridos y caminantes. Los pares nuevos son siempre un público atento.



Cuando el viento sople en contra, da la vuelta y lo tendrás a favor.



Toda una vida buscando mi camino. Ahora que lo encontré, resultó ser dirección prohibida.



Jadeos y susurros. Luego el clímax del orgasmo alcanza hasta el último rincón del Museo. Y todo, por amor al arte.*



Tengo la lengua seca de tanto escribir.



El cine sonoro dejó mudos a sus primeros espectadores.



Hay momentos que son irrepetibles. Todos.



Si miramos a la luna, solemos ofrecerle nuestra mejor cara. Al sol, sin embargo, parece que lo mirásemos contrariados.



* Escrito en colaboración con Oriana Pickmann



Biografía del autor




Primera imagen: furious, de jared1402 en deviantART

Segunda imagen: Catoman, de RiosMat en deviantART

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